Cinco establecimientos donde se permitía el consumo y la venta de alcohol fueron clausurados entre el 12 y el 15 de septiembre. Cuatro de ellos ubicados en Machala y uno más en Huaquillas.

Así lo informó el gobernador de El Oro (E), Mario Quintana quien indicó que ha dispuesto al intendente (S) Marcelo Orellana, que no dé tregua a quienes insisten en pasar por encima de las restricciones que aún están vigentes debido a la emergencia sanitaria.

“Algunos quieren pasarse de listos y camuflan la venta de bebidas alcohólicas, en comedores, tiendas, salas reservadas; o bien les venden el licor y consienten a que lo tomen en la acera adyacente o esconden a los consumidores. Eso se tiene que acabar”, enfatizó Quintana.

Tres clausuras

Justamente, en atención a lo que dictaminó la autoridad provincial, el comisario nacional (E) de Machala, Ricardo Triviño, con el respaldo de la Policía Nacional, encontró una tienda donde se permitía el consumo, un restaurante que en realidad era un bebedero, y un bar que abrió sus puertas sin ningún reparo.

“Ya teníamos denuncias, pero estábamos esperando el momento oportuno para tener evidencias. La noche del 12 de septiembre hicimos el patrullaje y los sorprendimos infringiendo las disposiciones; por lo tanto, clausuramos dichos establecimientos.

Una clausura en Huaquillas

La noche siguiente, en Huaquillas; el comisario nacional, Anibal Tandazo, mientras ejecutaba el retiro de libadores con el apoyo de agentes policiales, fueron avisados de un sitio donde se vendía y consumía cervezas.

“Fuimos al lugar y en efecto encontramos una especie de kiosko, donde comprobamos que atendía como si fuera un bar. Incautamos varias jabas de cerveza, desocupamos el espacio y se clausuró el establecimiento”, dijo Tandazo.

Machala en la tarde

El 15 de septiembre, por la tarde, el intendente Orellana recorría el centro de Machala, en un operativo para rescatar menores de la mendicidad. En eso estaba, cuando fue alertado de que en la trastienda de un local de venta de víveres, funcionaba un bar.

“La sospecha resultó cierta. Era un área adecuada como bar. Tenía dispuestas, las sillas, las mesas, las luces, la música y señoritas que atendían. En ese momento dialogué con quien administraba ese lupanar para explicarle que estaba contraviniendo la normativa; y enseguida llamé al comisario Triviño para que procediera a la clausura”, manifestó el intendente Orellana.

De su lado, el gobernador Quintana reiteró: “Vamos a estar también en los cantones; con el intendente y los comisarios nacionales de cada territorio para continuar precautelando el orden público, la seguridad ciudadana y hacer respetar las reglas que por cuestiones sanitarias aún están vigentes. Los bares, discotecas, y centros de diversión no están autorizados para atender al público porque el peligro no ha pasado y el coronavirus sigue cobrando víctimas”, argumentó el ejecutivo provincial.