Un bar clandestino que se camuflaba como vivienda, fue clausurado en Machala durante operativo liderado por el intendente (S) Marcelo Orellana; ejecutado por el comisario de Machala (E) Ricardo Triviño y respaldado por la Policía Nacional.

Orellana manifestó que por orden expresa del gobernador (E) Mario Quintana, en toda la provincia se efectúan controles de negocios clandestinos como salas de baile, billares, galleras, burdeles y sitos de apuestas que se sirven e domicilios privados para brindar sus servicios y expender alcohol fuera de horarios permitidos y sin las autorizaciones de rigor.

“Según los antecedentes policiales, existen cinco reportes de que la vivienda era utilizada como bar y discoteca. Los moradores del sector también han denunciado por algunas ocasiones el inconveniente que les causaba el parqueo de carros frente a sus casas, siendo que se encuentra ubicada en un callejón”, explicó el funcionario.

El operativo de clausura

Por su parte, Triviño indicó que la madrugada del domingo 30 de agosto,  inspeccionaron el lugar y se encontró a varias personas bebiendo al interior de la casa; en donde había mesas, consola de sonido, luces sicodélicas e igual mobiliario en el patio.

El comisario nacional dijo que pese a la oposición de quienes se encontraban en el sitio, se les explicó los motivos de la acción y que al final hubo la colaboración; por lo cual concretó la clausura.

Toque de queda

Asimismo, el intendente Orellana refirió que antes de la activación, alrededor de las 23h00 del sábado 29 de agosto, se vigiló el cierre de los locales en concordancia con el toque de queda.

“Cerca de las 23h45 algunos locales de comida y licorerías atendían al público, por lo cual la Policía actuó como lo manda la normativa especial por el estado de excepción. Hubo 10 personas sancionadas por primera vez y 3 reincidencias”, puntualizó Orellana.

Recordó que las personas que incumplan el toque de queda entre las 14:00 y las 05:00 por primera vez recibirán una multa de USD 100. Si reinciden, la segunda multa será de USD 400. Y si son detenidos una tercera vez, serán procesados judicialmente y enfrentarán una pena de entre uno y tres años de cárcel.

Acotó que los operativos se han replicado por los comisarios nacionales del resto de cantones y que todos los días se hará patrullajes; en especial para cuidar el acatamiento de la bioseguridad y el distanciamiento social para evitar la expansión del coronavirus.

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