Las clausuras de locales que venden y consienten el consumo de licor continúan; y la noche del 18 de septiembre, el gobernador de El Oro (E) Mario Quintana, dispuso que los operativos coordinados por el intendente (S) Marcelo Orellana, se concentraran en ese cometido.

Clausura en Arenillas

Por tal motivo, el comisario nacional de Arenillas, Kelvin Serrano, quien ya tenía denuncias de un bar clandestino en la parroquia Palmales, se desplazó hacia ese territorio y con el apoyo de la Policía Nacional, verificó lo que acontecía.

“Llegamos al sitio y encontramos a un establecimiento, tipo bar, donde encontramos a 16 hombres y 4 mujeres ingiriendo bebidas alcohólicas y en estado de embriaguez; todos sin mascarillas de protección”, dijo Serrano.

Añadió que se incautaron 12 jabas de cerveza y que luego de pedir documentos, se retiró a los concurrentes. En seguida, dialogaron con el encargado del bar, a quien el comisario le explicó que la actividad que estaba desarrollándose estaba prohibida debido a la emergencia sanitaria que no ha concluido.

“La clausura se ejecutó por incumplimiento del Art. 23, numeral 1; es decir, por no contar con el permiso anual de funcionamiento. Art. 21, numeral 2, incumplir con el horario de funcionamiento; numeral 10 del mismo articulado por incumplir con una o más de las medidas de seguridad, prevención e higiene exigidas por la Ley y sus reglamentos, que sean dispuestas por la autoridad competente”, argumentó el comisario nacional.

Clausura en Machala

Mientras tanto, en Machala, Roland Crespo, nuevo comisario nacional de la urbe y Ricardo Triviño, comisario de Puerto Bolívar, junto con los agentes policiales, recorrieron las calles, retirando libadores en las inmediaciones de la zona rosa.

Justamente, en esa área, descubrieron un bar que sin recato alguno había abierto la atención al público y en el interior se encontró a varios ciudadanos bebiendo alcohol.

Ante lo visto, los comisarios afirmaron que solicitaron los documentos; pero, que el administrador les dijo que aún no tenía el Permiso Anual de Funcionamiento –PAF-; a todo eso, la bioseguridad y el distanciamiento brillaban por la ausencia.

“Conversamos con quien dirigía el negocio, le hicimos ver que estaba infringiendo disposiciones expresas para evitar la dispersión del coronavirus y que tampoco tenía el PAF, por lo cual, lo invitamos a que cerrara la puerta del establecimiento y el comisario de Machala, lo clausuró”, detalló Triviño.